2006/10/22

TODO ES POSIBLE

Para los católicos, acercarse al sacramento de la reconciliación o del perdón, es una ceremonia que sugiere un nuevo comienzo, como un rayo de sol que calienta un día gris en la vida.

Además de todas las bendiciones que he recibido en medio de mis extraños días de nueva madre, recibí una invitación en el corazón para acercarme al Señor en sacramento y pedir "una manito de limpieza".

Expliqué mi situación, soy una madre en gestación, pero sin pareja y estar embarazada me hace sentir bendecida por Dios, pero quiero "oficializar" la bendición recibiendola de un sacerdote y sintiéndome en Gracia para acercarme a la Comunión.
La bendición fue doble porque cuando el sacerdote abrió su boca luego de escucharme, pronunció unas palabras que me acomodaron por dentro las cosillas que andaban desordenadas:
"La muestra de que Dios sigue amando al mundo es que sigue enviando hijos aquí"
"No pienses más en el pasado, en la manera que llegó ese hijo a tu vientre ni en las circunstancias que viviste para dejarlo nacer, mira sólo hacia adelante"
"No tengas miedo, el amor echa fuera el miedo y este hijo es la personificación del Amor en tu vida"
"Recuerda el Evangelio que compartimos hoy en la Misa: Jesús dice que para Dios no hay nada imposible. Cuando sientas que las puertas se te cierran porque vas vivir situaciones difíciles, recuerda que TODO ES POSIBLE, que Dios todo lo hace posible para ti y más ahora que eres madre de uno de sus hijos: La Alegria es posible, el Amor es posible, la Vida es posible, PIDE LO QUE QUIERAS PEDIR, DESEA LO QUE QUIERAS DESEAR y recuerda que Dios lo hace posible".
Y cuando las situaciones son difíciles, dejo que cualquiera de esas frases me vibre otra vez en el corazón.

2006/10/17

Mirada al futuro

Cuando tengas 7 años te voy a llevar a cenar a un restaurante 5 estrellas, con un vestido elegante y tu carita de emoción esperando a practicar lo que hemos aprendido sobre etiqueta.

Quizás estés pensando en una fiesta – piñata en Mc Donalds o su equivalente en esa época y la tendrás, pero mi regalo especial será una buena cena en uno de los mejores restaurantes de la ciudad en la que estemos… que todavía no sé cuál será.

A los 7 años se entra al uso de razón y dicen algunas teorías que se pasa del primer ciclo de niñez. Por eso será una fecha especial para todos nosotros. En esa edad, tu familia todavía será lo más importante de tu vida, después, pronto llegará la época para los amiguitos, los compañeros de colegio y ser fanático de algún artista famoso.

Mientras tanto, llenaré tus momentos de fechas y eventos especiales que hagan palpitar de emoción tu pequeño corazón. Si Dios nos ha regalado un hogar más grande, con papá y más hermanos, estarán con nosotros celebrando ese gran día.

No sé si es demasiado pronto para pensar en estas cosas, apenas tienes 13 semanas de vida y todavía eres feto pequeñín que hace que mi cuerpo se acomode al milagro de tenerte dentro. Mi sistema digestivo es un juego de malabares y yo muy juiciosa te doy buen ejemplo de comer para estar saludable aunque no tenga ganas y has empezado a hacerte notar en el diámetro de mi cintura.

2006/10/10

ESTIMULACION TEMPRANA.

ESTIMULACION TEMPRANA. O labores de alto riesgo.
Mientras almorzaba, estaba hojeando la enciclopedia de estimulación temprana que me prestó la tía Joha. Describe cómo los bebés van desarrollándose mes a mes, incluso día a día y cómo la labor de estimulación de la madre y la persona que los cuida es fundamental para el desarrollo del cerebro, la afectividad y la inteligencia.

Deduje que no basta con parir a la criaturita, darle pecho y mantenerlo limpio los primeros meses. Cada actividad del bebé es una aventura para él y va determinando la manera en que se relaciona con el mundo, hay que hablarles y saber qué decirles, fomentar la imitación, estimular la motricidad con ejercicios, identificar su llanto, tener los juguetes apropiados, controlar las visitas que reciben, aprender su buen o mal humor… mucho que saber y mucho que aprender.

Mientras cuchareaba sopa y leía, empecé a sentir que se me cerraba la garganta y que mis piernas se hundían en algodón.

“Suena muy difícil” pensé. Y se me aguaron los ojos.

En momentos como este, pareciera que el embarazo es permanecer en un estado constante del segundo antes de caer por la pendiente pronunciada de la montaña rusa.

Honestamente no sé si voy a poder aprender todas esas cosas ni sé si voy a hacerlo bien… uno ve tantos niños Y MIS AMIGAS Y PRIMAS TIENEN TANTOS HIJOS por qué yo no sabía que cada personita necesita tanta atención y cuidados. Ahora las admiro a todas, a tantas mamás que conozco, a Lida, a Elsy, a Yamile, a Madeline, a Cris, a Jacky, a Yuly y por supuesto… a mi mamá… y mi abuela, tuvo once…

Hijo mío… sólo espero poder hacerlo bien y que seas lo que yo humildemente quiero que seas: UN NIÑO FELIZ.

2006/10/06

Y q es el Amor a un Hijo

Las bienintencionadas personas que me rodean me aconsejan que ame a mi hijo desde el vientre. Y yo, racional incorregible y soltera empedernida no sé distinguir muy bien si es el amor lo que me mueve en esta relación simbiótica, porque mi pobre experiencia con el amor se divide en cuatro:

- La hormonal y desordenada dependencia a un ser masculino
- La necesidad de hacer sonreir a una amiga o amigo
- La resignación de estar disponible para cuando la familia necesite
- El éxtasis místico de una oración contemplativa o una canción de alabanza

Pero ahora, no sé si se llama amor este fiero instinto de leona que me hace darle un empujón a cualquiera en el transporte público si me presionan el vientre; el brillo destructivo en la mirada hacia quien se atrevió a decirme "piénsalo bien si te conviene tener ese hijo"; la gratitud infinita hacia quien me manifiesta cualquier tipo de apoyo. Quizás por ahí empieza mi experiencia real del amor, en los hechos concretos más que en los sentimientos, en cuidar mis posiciones, mi alimentación y mi estado de ánimo… en intentar tener mente clara para pensar el futuro. Me siento más como una protectora de un deber sagrado. Y a medida que pasan los días me empiezan las ganas de besar esa naricita.

Delia me dijo que ahora hay dos ángeles de la guarda que me acompañan, el mío y el del bebé…y quizás el bebé tenga tres, el propio, el mío y pues yo misma, que quizás sean verdad las leyendas y Dios ha mandado a las madres como ángeles de sus hijos.

2006/10/05

LLENAS DE GRACIA (origen del nombre)

Llenas de gracia es el nombre de este blog y en este post quiero contar cuál es el origen de este nombre.

El 25 de septiembre era una fecha esperada por mí, la primera ecografía. Entre tanta expectativa, tenía muchos miedos ocultos. A las 5 semanas de mi embarazo tuve un pequeño sangrado o amenaza de aborto y estuve 7 días en cama... Desde ese día, no podía dejar de pensar en lo que el Ginecólogo que atendió mi urgencia me había dicho: que sólo podía ser espectadora de la nueva vida que había dentro de mí pero que no era mía, que tenía su propio destino y yo sólo debía cuidarla.

Y también me dijo que había muchos casos en que el saquito gestacional no crecía, que sólo se quedaba así; que muchos embarazos se perdían. En internet había leído también de todos los riesgos del primer trimestre... y que en ocasiones el embrión se perdía pero el cuerpo seguía con los síntomas hasta que la hormona se iba disolviendo.

Yo, tenía miedo de que alguna de esas cosas horribles me pasara y aunque me seguía cuidando mucho, y adelante con los planes y ajustes de vida, esperaba la fecha de la ecografía para echar a la basura todos esos temores.

Y llegó la fecha esperada.

"Igualito a los de internet" fue lo primero que pensé cuando vi esa figurita humanoide con cabecita, rostro, manitos, rodillas y paticas, moviendose, ¡¡se estaba moviendo!! Luego me mostró la manchita gris que vibraba y me dijo que era el corazón a 153 latidos por minuto. Confirmó que tenía 10 semanas y que todo estaba perfecto.

Yo me levanté de la camilla siendo otra persona, era una futura mamá que tenía un bebé formándose en las entrañas. Y ver a mi hijo en movimiento y desarrollo, hizo que me sintiera llena de Gracia y de Luz.

El sol de mediodía de esta tierra fría estaba quemando pero yo no sentía nada mientras caminaba hacia la oficina, sólo podía pensar en la imagen que vi en el monitor y en las palabras tontas muy tontas del padre biológico cuando le dije que estaba embarazada: "solucionemos ese problema, mientras más rápido mejor, no digas que es que está vivo, es algo biológico pero todavía no es una persona"

Gracias a Dios ni siquiera le presté atención... pero tenía que decírselo a muchas que estuvieran pensando en escuchar esas palabras necias...

Ellas tienen el regalo de la vida creciendo exponencialmente, ellas tienen el don, ellas son las madres, nosotras somos las madres, nosotras somos las Llenas de Gracia, como le dijo Isabel a María; nosotras somos las madres de los hijos de Dios.


Si mis palabras podrían convencer a alguien de optar por la Vida, yo abriría este blog e invitaría a todas mis ángeles con paticas que han cuidado de mí a participar en el mismo... justo en este año que en Colombia todos hablan del aborto y se convencen unos a otros que los que ya andan por la tierra tienen el derecho a despreciar al que no ha nacido... hay que decirlo:

LA GRACIA DE DIOS NO SE ARROJA POR UN SANITARIO.


Y ahora tengo más derecho para hablar, porque conozco del miedo, de la soledad, de estar embarazada y estar soltera y también de la luz y la gracia de llevar la vida en mí.

2006/10/04

Gritos en la Noche

GRITOS EN LA NOCHE. (La primera vez que lloré)

La noche estaba calladita, mi compañera de apartamento no estaba y las voces de las personas con las que hablé en el día se habían apagado lentamente, excepto la de “Jonás” (nombre ficticio del padre de mi hijo).

Esa mañana me di una vuelta por la nevera: una caja de leche, medio queso, dos arepas, un huevo, unos yogures, tres mangos, varias naranjas; no había pan ni galletas. Tomé un mango para el desayuno y me fui a vestir para ir a trabajar; un pantalón al que no pude subir la cremallera y una camisa larga para disimular “tengo que comprar ropa pronto para no estrechar al bebé” pensé, “pero no puedo hacerlo hasta final del mes” y era fecha 3.

Al mediodía me decidí a llamar a “Jonás”, quizás en estas tres semanas hubiera relajado un poco su posición. No le pedí nada pero le pregunté si podía contar con él de alguna manera, que abril todavía estaba lejos. La respuesta aunque amable fue igual: Yo estaba segura de ser la madre, pero él no estaba seguro de ser el padre, yo no tendría ninguna colaboración hasta pasado el parto y realizada la prueba de ADN. Como siempre, no lloré, no dije nada. La hermanita Nieves me dice que lo bendiga, lo intenté.

En la noche, vi dos capítulos de Los Simpsons y apagué la tele, me acosté, me di media vuelta hacia la pared, abracé una almohada y algo dentro de mí se quebró… la escena me parecía y me parece aún irreal: Yo, desecha en llanto, criatura asustada y angustiada; confusa y desorientada; pronto el llanto se convirtió en gemidos, y luego en gritos ahogados… qué pena tan profunda y qué duelo tan grande podía tener esa mujer que lloraba en su cama, mientras algo en su conciencia le pedía perdón al pequeño niño que estaba con ella, por enseñarle tan pronto cómo se sienten las tristezas de la vida.

Dónde estaba la niña valiente que todos admiran por defender la Vida y por mantener la sonrisa; dónde estaba la mujer de Fe que tiene una cita bíblica sobre la confianza escrita a grandes letras sobre el espejo… Aunque sabía que era yo misma, me hubiera gustado consolarla… se sentía tan sola y tan llena de miedo, se preguntaba a sí misma si de verdad creía ser capaz de afrontar todo eso, si podría resolver el dinero, la vivienda y el cuidado del bebé y de ella misma; si podría terminar la Universidad y aceptar que tenía que enseñarle al niño cómo defenderse en la Vida; cumplir sus sueños de mamá y enseñarle espiritualidad, independencia, amor, cocina, y por supuesto a leer, a escribir, a desarrollar su motricidad, algún deporte… etc., etc.

Estaba tan defraudada de sí misma por ponerle semejante padre a su hijo, un tipo insolente con las bolas de adorno, excepto por su capacidad de procrear, ya bien demostrada, pero incapaz de afrontar las consecuencias; defraudada de su mamá para quien la distancia se había convertido en una cómoda manera de no participar, defraudada de los amigos, los vecinos y hasta el perro si lo hubiera…

La visión de mi pequeñín de 11 semanas estremecido por un montón de péptidos amargos sin saber por qué silenció el llanto. Sin recibir consuelo, pero con un poco de paz fruto del desahogo me levanté a comer de lo que había, agradecida por una noche sin hambre y despreocupada por el futuro, me dormí.