Hora de Enamorarse

Mi corazón ha buscado la evasión. Aunque no lo hago de manera conciente, mis sueños de despierta y dormida se han alejado un poco del embarazo y de la llegada de la nena.

Además de volver a sentir algo parecido a querer a mi ex-novio (no al papá de la bebé, sino al de tiempos atrás), soñar con él y con halarle las greñas a la fulana que salía con él después de mí y extrañar la emoción previa a cualquier tonta cita de viernes con un pretendiente, hay otros síntomas claros de mi estado de susto-previo-bebé: no estoy tan presta a responder a cada patadita que me da, el cansancio de la noche me arroja en la cama sin una acción de gracias al Dios de la vida por la vida que llevo en mí, miro con odio los celulares que no suenan y pienso en cómo estará la rumba del Antifaz o cuál será la trama de la película que quisiera ir a ver pero no he podido, miro con una mezcla de desconsuelo todos los regalos que recibí para bebé porque sé que debo empezar a lavarlos con suavizante y no lo hago porque no estoy alegre y quiero que sea un momento alegre... en fin...

En cristianismo a esta hora de cambios se le llama el dilema entre el hombre nuevo y el hombre viejo, el que quiere seguir como antes y el que llega cuando se opta por el amor... duele un poco la metamorfosis, convertirme en mamá, esa extraña versión de mujeres que son valientes todos los días y que quieren a sus hijos más que a ellas mismas.

Pienso en mi bebé. Sé que lo merece todo, que ella apenas empieza y que su vida es un nuevo comienzo para mí. De todas maneras, la emoción ha huido de mis sentidos, mi pasado no era tan grato y mis amores no eran tan convincentes pero pareciera que estos meses no fueran bastantes para prepararme al cambio.

Los que son papás me vaticinan cosas hermosas y yo les creo, sólo espero con paciencia a que pase esta nube sobre mis ojos y mi corazón.

Sé que una nueva hora de enamorarse llega. Y mi nuevo amor tendrá aprox. 50cm de tamaño, aprox. 3kg de peso, la piel delicada y suave y unos pulmones geniales para expresar sus sentmientos.