2007/03/09

Tenia miedo a fallar este desafio ineludible

Testimonio de una invitada, amiga del grupo Amigos Mercabá. Gracias, Martha.

Soy Marta. Tengo 38 años de edad. Un hijo de 11 años que es mi vida. Cuando tenía 26 años y estaba involucrada afectivamente con el padre de mi hijo, quedé embarazada en el momento menos oportuno pues la relación no daba para más. Para cuando le comuniqué la noticia al padre de mi hijo, él ya no quería saber nada pues esta en otra cosa. Fue un balde de agua fría para mí. Nunca pensé en abortar pero desde el inicio me imaginé la humillación de ser madre de un niño sin padre!

Sufrí muchísimo por esta humillación tan grande. Pedía a Dios que de alguna manera lo hiciera regresar pero nada. Ni una llamada telefónica. Fueron 9 meses de dolor pues mi monstruoso orgullo estaba muy pero muy mal herido... Me alejé de mis amistades y no conté. Sólo comuniqué de la situación a mis allegados. Vivía con mis hermanos. Por ese entonces Dios ya había puesto a una persona muy especial en mi camino: Oilda, que hoy es la madrina de mi hijo. Oilda se ocupó de llenarme de todo el amor que necesitaba: Me guiaba para que yo fuera descubriendo cada día más a Dios.

Durante todo mi embarazo asistí a muchísimas misas buscando la sanación. Oilda me acompañaba las veces que podía y me incorporá a su familia. Me adoptó como hija espiritual. Más adelante ella se convierte en mi madrina de confirmación. Hice la confirmación recién a los 30 años de edad.

Mi embarazo fue muy tranquilo a pesar de las circunstancias. Los últimos días de embarazo estuvieron cargados de ansiedad pues sabía perfectamente la responsabilidad que estaba asumiendo y NO me sentía preparada para la misma. Tenía muchos miedos a apremios económicos, a no saber educarlo, a fallar en este gran desafío que me esperaba y que era ineludible, impostergable, inesperado.

Mi hijo se desarrolló muy bien y llegó al mundo un 05Mayo1995. Se llama José Sebastián. Mis hermanas eligieron el nombre de Sebastián y yo le puse el nombre de José en honor a San José porque quería que mi hijo creciera bajo el amparo de San José.

Mi hijo nació sano, íntegro y llenó un espacio vacío en mi vida. Cuando mi hijo estaba por cumplir un año, reaparece el padre en escena. Le pregunté si quería conocer a mi hijo y me dijo que "sí "pero que sólo tuviera su imagen como el de un "TÍO". Saben qué? Este hombre sólo quería acercarse a mí para utilizarme de nuevo. Por supuesto, fue la última vez que lo ví en mi vida.

Mi vida estaba dedicada exclusivamente a mi hijo y mi crecimiento espiritual. Qué he hecho en todo este tiempo? No he tenido relación sentimental con hombre alguno. No ha sido mi prioridad pues sabía que necesitaba mucha sanación interior antes de involucrarme afectivamente con cualquier hombre. Siempre había encontrado al hombre equivocado porque yo necesitaba sanación interior. De esa búsqueda está encargado Dios. Yo no me ocupo. Yo me ocupo de lo que debo ocuparme: MI RELACION CON DIOS.

Trabajo, hago gimnasia, atiendo a mi hijo, leo textos que me enriquezcan espiritualmente, asisto a grupos de oración, voy a misa con la mayor frecuencia posible,asisto a cursos bíblicos o de formación espiritual, me reuno con mis hermanos, tíos, primos, amigos. Dios se ha encargado de organizar mi vida de modo que yo no me sienta sola nunca más.

Todos los días pido a Dios que me dé sabiduría, inteligencia, fortaleza, firmeza para educar y formar a mi hijo según sus leyes y enseñanzas.Deseo que mi hijo sea un hombre conocedor de Dios, que lo tenga siempre presente en su vida.

Sabes que he aprendido de todo ello? Que "Dios escribe recto en renglones torcidos", creo que es de Sta. Teresa de Jesús. Que la prioridad en mi vida debe ser Dios. Que El va poniendo las personas correctas en el momento oportuno para que podamos salvarnos.

marta_bm2002@yahoo.com.mx

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