2006/12/29

Dile Adios a tu Tio Abuelo

La vida en este mundo es una constante rotación entre la vida y la muerte. Entre el inicio y el final, entre el llegar y el irse, el saludar y el despedirse.

Todos lo vamos aprendiendo en el camino; yo empecé a ser conciente de mi propia muerte a los 12 años, y la verdad sentí mucho terror y trataba de dejar muchas cosas pendientes sin resolver con la esperanza de que eso me asegurara el mañana.

Ahora no sé cómo te lo voy a explicar a ti, que aprendas que dejar ir no es perder.

Mi tío Carlos murió el 23 de diciembre; la muerte le llegó del cielo, un rayo fue el vehículo de la muerte para que él volviera al Padre.

Los tíos de la mamá son para uno unas personas que es más o menos normal que se mueran porque se van volviendo viejitos… pero ¿sabes que mi tío Carlos tenía apenas 40 años? Tú vienes, él ya se fue… con esa idea traté de animar por el teléfono a mi abuela, tu bisabuela, que se siente muy triste. Ella vivió 12 veces el milagro de la vida en su interior y aparte de un embarazo que se malogró, no había devuelto ningún hijo a la eternidad.

Quién pudiera tener una visión global y una cultura diferente acerca de la muerte… ahora que estoy ante la emoción y la alegría de traer la vida, es una buena oportunidad para recordar que nuestra existencia es un soplo en el tiempo… de ahí la importancia de cada segundo.

Mientras escribo esto, a tus 23½ de gestación, te mueves en mi vientre y yo trato de establecer en mi cabeza un equilibrio entre las ideas de la vida y de la muerte.

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