2006/12/04

INCREIBLE... SI SE PUEDE DIALOGAR


Han pasado casi cinco meses. La barriguita se hace notar y la cabeza está más clara. Es una época fantástica en mi embarazo, los malestares han disminuido y no tengo el agobiante peso del que se quejan las gestantes en sus últimos meses.

Sin embargo, no falta el fantasma rondando: Pronto, en unos escasos meses, llega el bebé. ¿Y dónde está el papá? O mejor dicho… ¿mi hijo tendrá un papá o sólo podré mostrarle la foto?

Alguien me aconsejó volver a hablar con él; los hombres suelen ser más lentos en sus emociones y la idea de un hijo conmigo que tanto le había espantado al principio quizás fuera menos aterradora para él.

Bastante nerviosa, me atreví a llamarlo, después de tantos meses sin vernos y sin hablar, simplemente le dije “es bueno que hablemos personalmente”, increíblemente, aceptó.

No voy a extenderme en detalles de la conversación. Simplemente puedo decir que fue muy positivo enfrentarme al fantasma. Mirarnos y ver que somos las mismas personas que un día sintieron algo el uno por el otro, de lo cual queda un recuerdo con orejitas jejeje y que no por eso tenemos que ser enemigos aunque no haya una relación de pareja y aunque el embarazo haya llegado en un momento que no se esperaba.

Mi objetivo es lograr que seamos algo así como “buenos amigos que tienen un hijo en común”, para que el bebé no sufra, para que cuente con ambos. Estoy convencida que las cosas saldrán bien si logramos ponernos de acuerdo.

De la charla no quedaron muchas conclusiones, y su posición de asumir como realidad su hijo sólo hasta que se lo diga un laboratorio sigue vigente, de todas maneras, verlo más tranquilo, sin agresividad y saber que podemos sentarnos a conversar sobre esta personita me genera muy buenas expectativas de que sea un niño o niña muy sano emocionalmente aunque no tenga un hogar completo.

Yo quedé con un sentimiento de paz y tranquilidad que me deja libre para seguir disfrutando mi embarazo plenamente.

Este post tiene un objetivo claro… mamás solteras, no molesten a los papás de sus hijos con reclamaciones, ni exigencias, ni cantaletas, ni gritos, ni persecuciones… aunque los miedos y la angustia sean grandes. Si hace falta, usen las vías legales para exigir los derechos de los nenés, pero siempre SIN DISCUTIR, CON DIGNIDAD, como damas que somos, sin sacar la “vendedora de plaza” que hay en cada una, sin ironía, sin rencor… y eso van aprendiendo también los chiquitines desde el vientre a solucionar y sobrellevar los problemas y dificultades sin amarguras.

Creo que más adelante seguiré escribiendo al respecto. Otro tema que queda abierto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

andrea no pares, no pares por favor. Sonará cursi, pero es hermoso que le entregues a tu hijo no solo los mimos que le regalas dentro de tu vientre, sino la certeza desde que antes de que el nazca, que la vida vale la pena vivirla
es bonito que alguna madre asustada, busque en internet y se le atraviese un blog en donde una de ellas reconoce que la vida vale mas que el miedo