Las alegrias de antes

Estar embarazada es una experiencia incomparable. Hasta para mí, que nunca he tenido un gran instinto materno, ha sido la gran aventura de mi vida.

De todas maneras, extraño mis amigos, los que sin querer queriendo se han alejado porque ya no estoy para fiestas, ni salidas en la noche, hasta ir a cine en las noches me queda grande porque el transporte público y la barriguita no combinan bien.

Extraño las salidas de paseo, hasta las tarde-noche de café, porque la cafeína ahora no le sienta bien al bebé.

Yo, que he tenido tantos hombres amigos, sé que no salen conmigo porque es un poquito raro salir con una embarazada y qué dirán de ellos si nos encontramos con alguien más.

Y yo, que he tenido tantas amigas mujeres, sé que no salen conmigo porque estoy tan embarazada de pies a cabeza que cuando están hablando de otras cosas como novios y conquistas me voy elevando hacia la nebulosa y no les presto atención.

Yo, que sigo siendo amiga de algunos ex, sé que no salen conmigo porque en el fondo están celosos de que esté embarazada y también que están tristes porque la maternidad me alcanzó soltera y sola.

Pero también sé que todos ellos están pensando que yo estoy bien, que me estoy cuidando mucho y que estoy muy feliz por mi embarazo y tienen razón...

Pero no saben y no sé cómo decirles que me entiendan, que la lucha contra la nostalgia es una tarea de todos los días y que debo buscar las alegrías sólo en la Fe y en la esperanza del bebé.

A veces no me alcanza la humildad para confesarles cuánto me alegra cada llamada, cada email, los dulces, cada detalle que tienen conmigo.

Me gustaría que me visitaran en casa, que tuvieran tiempo para un chocolate con queso y para dar una vuelta por un parque.

He puesto algunas fotos de fiestas recientes, poco antes de quedar embarazada... Sé que llevo la fiesta de la vida en mí pero también extraño la vida de antes que sé con mis nuevas responsabilidades no será más como era y mi alegría y mi adrenalina estarán con mi hija o hijo... sus primeras palabras, gestos y aventuras serán mi fiesta cotidiana.